martes, 19 de agosto de 2008

El sol estampó las calles de naranja

El sol estampó las calles de un naranja que brillaba y se extendia por todo el centro comercial, yo cerré los ojos y respiré profundo, me dejé envolver por la magia y cedí. En ese momento me dí cuenta de que siempre hay algo que nos levanta el ánimo, es necesario continuar. El sol me dijo: Deja de enrollarte y enfócate en lo que debes hacer. Así que decidí olvidar las discusiones que tuve hacía un par de horas, dejé atrás ese sentimiento que cada vez que puede me acecha, una sensación de que todo se queda igual, nada cambia, por ende yo tampoco puedo cambiar.

Cada día es tan inesperado, cada día me reafirma el hecho de que todo puede modificarse en un instante: puedes sentirte bien en un momento y de repente romperte en mil pedazos. Cada hora es un viaje, aunque se repitan las mismas actividades, ningún momento es exactamente igual. Desde la cotidianidad de un banco hasta recibir a tu mejor amigo que tienes un mes que no ves, todo nace de las decisiones que tomamos, de aceptar la bondad de la vida y de determinarnos a dar un poco de nosotros a los demas, dar amor.

Buscar a Manu fue uno de los highlights de ayer! Tener a alguien en quien puedes confiar plenamente es sin duda un regalo. Pareciera que no hubiese pasado el tiempo, es como si no se hubiese ido a convertirse en un magnate de la venta de cachapas en su pueblo! Estando con él recorde que reir es la mejor terapia y compartir vivencias llena el alma.

Quizás lo más impactante de mi día fue el recordar que las cosas llegan cuando menos las esperas. El universo tiene una forma tan peculiar de sorprenderte cuando ni siquiera imaginas. Buscarle la explicación a lo inexplicable solo hace que gaste mis energías, me conformo con refugiarme en el hecho de que TODO PASA POR UNA RAZÓN y que, aunq en estos momentos no lo entienda, más adelante podré dar sentido a todo.

A veces pienso que la vida quiere complacernos en algunos de nuestros caprichos, y por eso suceden cosas como las que me pasaron ayer. Pensar en alguien y de repente encontrarte a esa persona unos segundos después es algo bastante surreal. Es la mente tan poderosa? Quizás. El punto es que quedé sorprendido y agradecido, a eso se resume, agradecer por las cosas que se reciben cada día. Sólo hay que ser cuidadoso y no dejarse llevar por la ilusión.

Son esos pequeños caprichos que tanto deleitan los que recuerdan que no todo siempre sale mal. Y aunque la pena me envuelva, la frustración me desanime, la rutina me agobie, el miedo me paralice, nunca debo olvidar que hay otra oportunidad. Es ahí adonde me refugio, tomo fuerzas y decido, decido mi futuro, voy creando mi día, porque todos somos creadores, tenemos el don de la creación, y hay que utilizarlo para encausar nuestra vida y la de los demás.

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